Al fin algo bueno

Hola de nuevo a todos. Doy mil disculpas a mis amados fans por haberlos tenido abandonados todo este tiempo y haberme tenido que esperar con ansias locas para conseguir una nueva perla de sabiduría (claaaaro); lo cierto es que me perdí buscando la manera de construir una nueva constelación… (WTF?)

Pero fue en esa búsqueda que me encontré con una historia que para variar (y es en serio), no es un asco, sino todo lo contrario (quiero aprovechar y agradecer a mi DannyBoy). Ésta resulta en una refrescante fuente para desintoxicarse de las patrañas del día a día; además, la autora tiene un nombre genial (que fue lo que me enganchó, lo admito), por lo que así, sin más preámbulo dejo para todos los que buscan sentirse algo más ligeros: KITCHEN.

KITCHEN

Personajes principales:

*Mikage Sakurai: protagonista de la historia que siente un gran amor por las cocinas.

*Yuichi Tanabe: chico raro, nerd y sexy del cual Mikage NO está enamorada.

*Eriko Tanabe: mamá de Yuichi, que en realidad es su papá.

En una ciudad como cualquier otra vive, en un bonito departamento, una anciana mujer con su nieta. Ella llevaba una vida normal y tranquila, sin mucho ajetreo compraba flores dos veces por semana para ponerlas en la cocina y le gustaba comer pastel por las noches, a veces con café y a veces con té japonés.

Pero esta no es la historia de la anciana.

Es la historia de una joven estudiante común y corriente que vivía cómodamente con las preocupaciones propias de su edad, pero antes de poder cuestionarse siquiera su sentido de trascendencia, tuvo la certeza de que la oscuridad se apropiaba poco a poco del universo en que discurría, y que con el tiempo todo desaparecería… Así, en un sombrío día su abuela murió y ella se quedó absolutamente sola en el mundo.

Poco después de la muerte de su abuela, Mikage, quien desde entonces vivía en la cocina de su casa, junto al refrigerador (pues sólo en ese lugar se sentía a salvo), corre prontamente a abrir la puerta sin fijarse en quién llamaba. Por suerte no era un ladrón, sino el simpático pero distante dependiente de la florería que solía acompañar a su abuela cuando compraba allí (y su vecino desconocido), Yuichi Tanabe, con una propuesta que no pudo rechazar: “a mi madre y a mí nos encantaría que vinieras a vivir con nosotros”.

Después de pensarlo como cinco segundos, Mika accede a la petición de Yui, y en punto de las 7:00 pm se encamina hacia la que sería su nueva casa. Una vez allí, se da cuenta de que la cocina de la familia Tanabe tenía un no sé qué, que la hacía sentir muy sabe cómo, pero le gustaba. Casi al mismo tiempo conoció a Eriko, la mamá de Yui, cosa que no era estrictamente cierto, porque la verdad es que ¡era su papá!

Juntos formarían una nueva familia bastante atípica, pero lo importante es que unos a otros se daban el consuelo que necesitaban. Mika poco a poco dejó de ser un zombie para convertirse en humana, al menos en algunos momentos; Yuichi seguía siendo un tipo no demasiado cálido, pero tampoco demasiado frío, que gustaba de gastarse sus quincenas en equipos electrónicos al igual que Eriko, quién según su propio hijo ella vivía solo para sus caprichos, pero también pensaba que era fabuloso poder tener la capacidad de satisfacerlos.

Eriko era hermosa, cariñosa y chispeante, una luz brillante que iluminaba la vida de cuanto le rodeaba, había decidido ser feliz a pesar de todo… Pero era demasiado como para vivir por mucho tiempo en este plano terrenal; así que en una de las últimas noches de otoño la muerte se la llevó.

Mikage se enteró cuando su vida remontaba entre electrodomésticos, alimentos y guisos. Fue corriendo a casa de Yui (de la que se había mudado tiempo atrás) y se quedó con él, a sabiendas de que ella era ahora portadora de esa sabiduría ancestral que sólo otorga la experiencia, y por lo tanto, la única persona en el mundo que podía entenderlo, con todo ese huracán de emociones que involucra pérdida, soledad, enojo, pena, aridez emocional… Vacío… Pero no quería volver a sentir eso, una vez más, sólo quería alejarse de todo.

Se sumergió en su trabajo, y dejó que Yuichi también se alejara. Con esa perspectiva lo comprendió: todavía se encontraría con un montón de cosas divertidas y con un montón de cosas tristes, aún cuando Yui no estuviera con ella y aunque jamás volvería a ver a Eriko, todavía estaba viva.

Desde otro punto misterioso en el mapa, Yuichi llegó a la misma conclusión.

Poco tiempo después Mikage recibió una llamada que haría sentirse más aliviado a su corazón.

FIN (o tal vez no)

Definitivamente es más difícil hacer un análisis de puntos malos y buenos cuando la obra es buena (ser graciosa, sarcástica y así jajaja), pero veamos qué podemos hacer:

Puntos a favor:

#1 Su autora se llama Banana Yoshimoto. Como dije antes, su nombre tan genial fue lo que me atrapó en un principio (xD), pero obvio que luego de leer la primera página ya no pude soltarlo.

#2 La sencillez con que está escrito. Para todos a los que nos da pereza leer libros tan grandes que luego nos desmoralizan, es excelente que este sea tan ligero y fluido.

#3 Trata de temas que son afines a todas las personas, de todas la edades, de cualquier condición, de cualquier parte del mundo. Esto hace que de inmediato te identifiques con los personajes.

#4 ¡No es ñoño! A pesar de tratar temas como el amor, la amistad, relaciones humanas, lo hace desde una perspectiva real, con personajes que realmente tienen materia gris en la cabeza.

#5 “Nada hay bajo el sol que no tenga solución”. Excepto la muerte claro, pero te pone a pensar en que si realmente comprendiéramos que trascendemos en nuestros actos, viviríamos el terrenal camino más felizmente.

Puntos en contra:

#1 ¡Está muy cortito! Pero ya ven lo que dicen de “poquito porque está bendito” jajaja

#2 No tiene dibujos T^T (jajaja como si en verdad se necesitaran para crearse una imagen de la historia)
#3 Ya en serio, algo que no me agrada es que es un libro que hace llorar, jajaja y como detesto llorar… (pero como no todas las lágrimas son malas, de todas formas léanlo, es muy bueno).

Hace mucho tiempo leí a una escritora que afirmaba que “en este universo caótico, la certeza llega una sola vez, no importa cuántas vidas uno sea capaz de vivir”… por aquel entonces, creí que ese sólo pensamiento podía ser melancólico y devastador, al menos así me sentí, casi emo, sin mucha esperanza… Con el paso de los años aprendí que si bien, casi nunca estamos seguros de nada y que aferrarse a algo que en esencia es efímero y mortal, al final siempre duele porque es la naturaleza del todo el estar siempre cambiando.

En conclusión, la vida es en realidad comparable con un viaje en tren alrededor del mundo (como dice esa bonita presentación que nos mandan por email), con sus subidas y descensos, ocasos y amaneceres; salpicado de accidentes, acompañado de agradables sorpresas en algunas estaciones y en otras de tristes decepciones.

Comprendí que nuestro paso a lo largo del camino está colmado de experiencias marcadas por el rastro de nuestras acciones y el resultado colectivo de las divergencias humanas; o lo que es igual, a veces la pasamos mal porque nuestros pecados siempre tienen consecuencias (a cada acción corresponde una reacción opuesta y de igual magnitud, dice Newton) y en otras ocasiones, porque simplemente vivimos en un mundo imperfecto.

Pero créanme cuando les digo que en verdad vale la pena vivir por lo bueno ^o^

Sean felices… Los amo a todos XO